
Rubén y Bea una pareja cerca de los 40 que se conocieron hace 8 años en la habitación 88 de un hotel. Allí intimaron, se enamoraron y decidieron emprender una vida juntos. En los inicios, la relación era muy pasional, no exenta de sensualidad y sexualidad, rozando a veces lo bizarro. La creación de la pareja fue intensa, impulsiva y lo único que importaba era la efusividad del deseo y el sentimiento. En esa habitación y durante una larga estancia crearon su nido de amor y perversión que les llevó incluso a engendrar una hija, Paola.
Ficha técnica
Referencias específicas