¡Bienvenido Mister Marshall!

El Alcalde no sabe qué hacer. Interviene con soprendentes iniciativas del representante de Carmen Vargas, que moviliza a los habitantes del lugar con el único objetivo de preparar lo que estima un recibimoento más adecuado. La idea es disfrazar a todos los campesinos de andaluces y ambientar las calles con decorados típicos. Todos se ponen manos a la obra, aunque también van a tener tiempo para que cada uno piense en lo que ha de pedir a los norteamericanos, pues van a venir cargados de dólares. El día señalado, todo villar del Río está en la calle. El nerviosismo se palpa en todos los rostros. Cuando la comitiva se acerca todo el mundo asiste perplejo. Todas sus ilusiones se vienen abajo. Tendrán que esperar otra ocasión para hacer realidad sus sueños.