Grandes Personajes a Fondo 35: Carlos Barral + José Ortega Spottorn

Un DVD con dos personajes cruciales del mundo de la cultura y la edición en la España de la posguerra y la transición. Carlos Barral, escritor, poeta y editor, nacido en 1928, «un año de una estupenda cosecha de Borgoña», fue entrevistado en A FONDO después de la aparición de Años de penitencia (1975), el primer volumen de sus memorias, y mientras escribía el segundo, Los años sin excusa (1978) :«Tengo una memoria muy particular y el libro esta hecho de memorias y desmemorias. Más conocido por su labor como editor: «editar es un veneno que crea adicción», que como excelente poeta -«soy un poeta, digámoslo con claridad, escaso»-, fue un espíritu crítico militante: «puedo llegar a ser aristocráticamente irritante». Como editor fue creador del "boom" latinoamericano, y su certera anticipación se hace evidente ahora: «en España, en este momento, el desinterés por la literatura es total. El público quiere una información ideológica y política que está, digamos, en el aire de los tiempos. No sólo no se lee literatura, es que no se escribe. Pero de un momento a otro volverá a prender esa necesidad, en una serie de gentes que están destinadas a ello». Murió prematuramente en 1989. José Ortega Spottorno nació en 1918 y murió poco antes de dar a la imprenta su obra biográfica Los Ortega (2002). La importancia de su padre, José Ortega y Gasset, «marca mucho y limita mucho, en especial reanudar todas las empresas que empezó y se malograron». Participa en el programa A FONDO el 16 de mayo de 1976, a las pocos días del lanzamiento del periódico El País, del que es fundador: «se trata de hacer un periódico europeo… con accionistas de todas las tendencias… Queremos defender el idioma… con atención a la cultura y la educación…» Diez años antes ya había creado Alianza Editorial, una editorial de gran importancia, en especial en la edición popular de calidad: «Yo no he escrito, me he dedicado a que los demás escriban, aunque todo editor tiene un libro dentro». Opina que «quizá no tenga otra virtud que la inquietud intelectual y periodística», y valora la mejor cualidad de su padre: «plantearse al prójimo».